El próximo sábado se presentarán 12.614 aspirantes al examen MIR. Se cuestiona la exclusividad de la prueba para acceder al posgrado.
Alicia Serrano | alicia.serrano@diariomedico.com | 28/01/2013 00:00
Este año el examen MIR -que se celebrará el próximo sábado 2 de febrero y al que están convocados 12.614 aspirantes para 6.200 plazas- estrena novedades: Sanidad ha establecido una nota de corte, igual o superior al 30 por ciento de la media de los diez mejores ejercicios de la prueba, para que sólo los mejores expedientes accedan a la formación médica especializada, y también ha reducido un 8 por ciento el cupo de extracomunitarios para favorecer a los médicos que se han formado en España. Pero a pesar de estas novedades, alumnos, MIR y docentes dicen que a la prueba le hace falta un lavado de cara.
Un mínimo necesario
La Conferencia Nacional de Decanos de facultades de Medicina y la vocalía de Residentes de la OMC entienden que la introducción de la nota de corte garantiza unos mínimos necesarios para ejercer la Medicina: "No estaría tranquilo sin la nota de corte", afirma Ricardo Rigual, presidente de los decanos. Hay que recordar que en los últimos cinco años un aspirante podía elegir plaza, en el caso de que sobrasen, si sacaba un cero en el examen.
Como él, el vocal MIR de la OMC, Fernando Rivas, también cree que la nota de corte "da valor a la prueba" y añade que está pensada para reducir la recirculación, que cada vez es mayor como consecuencia de la crisis y la precariedad laboral en el SNS, "porque los que recirculan rinden menos en el examen".
El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), sin embargo, ha criticado duramente esta medida. Dice que el examen MIR es para ordenar y no para evaluar, y teme que el porcentaje que Sanidad ha establecido sea fluctuante en función de las necesidades ministeriales de cada momento. "Lo realmente necesario es hacer un lavado de cara al examen y así evaluar, entre otras cuestiones, aspectos de bioética, habilidades de comunicación o competencias que vayan más allá del puro conocimiento teórico", explica Enrique Lázaro, su presidente.
Para abordar estos temas, el CEEM ha pedido a Sanidad -pero de momento sin demasiado éxito- que ponga en marcha un grupo de expertos en la materia para introducir cambios sustanciales en la prueba. "Si el Ministerio de Sanidad no lidera este debate, lo haremos nosotros en los próximos meses", dice Lázaro.
El cambio del que hablan los estudiantes de Medicina lleva años en boca de la profesión médica, pero las modificaciones que se han ido introduciendo en los últimos años no han sido demasiadas, según los estudiantes, MIR y docentes. "El cambio grande fue hace tres años, cuando se introdujeron por primera vez imágenes y casos clínicos. Ahora, además, las preguntas están enlazadas con las imágenes", añade Rivas.
Habilidades y aptitudes
La obligada reforma del examen MIR, que según la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) tendría que haber finalizado en noviembre de 2011, ha ido introduciendo algunas modificaciones en la prueba a lo largo de la última década. En los últimos años el examen ha dejado de ser exclusivamente teórico y ha empezado a valorar otras habilidades con la introducción de preguntas de casos clínicos e imágenes.
En este giro, los docentes buscan que las facultades tengan más peso en la prueba. El presidente de los decanos quiere recuperar la importancia del grado en la formación de los futuros especialistas y que haya un continuum formativo entre el grado y el posgrado. "El examen está haciendo su función, con sus debilidades, aunque lo perfecto sería añadir una prueba de habilidades. Estaríamos dispuestos a colaborar en la logística y en la valoración de estos aspectos", dice Rigual.
El vocal de la OMC explica que la prueba es mejorable, pero no se olvida de sus virtudes: "Es equitativa para ordenar a los candidatos", y defiende que su evolución ha sido la "natural de la formación del grado con la introducción de habilidades prácticas y comunicativas". Rivas cree que evaluar competencias significa que hay que buscar nuevas fórmulas, como introducir una ECOE, "aunque lo veo complicado por tiempo y dinero".
Sanidad reconoce que el examen MIR es ordenatorio y no selectivo, ¿debería seguir siendo la principal herramienta que decida las reglas del acceso al posgrado?
Una ECOE liderada por las facultades de Medicina
El responsable de la vocalía MIR de la OMC, Fernando Rivas, defiende la necesidad de que se evalúen las habilidades prácticas y comunicativas de los futuros especialistas en una ECOE. Por los problemas logísticos que surgirían con esta medida, Rivas apuesta por una solución intermedia: "Que sean las facultades de Medicina las que lideren este modelo, ya que son las que te dan el título para ejercer, y que liguen el trabajo de fin de carrera a la ECOE". De momento, más del 50 por ciento de las facultades de tiene una prueba ECOE.
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