lunes, 2 de mayo de 2011

"La elección informada, esencia de la troncalidad" reitera la Comisión Nacional de Medicina de Familia en su ‘Decálogo’ sobre el modelo de formación

Antonio Pais


La Comisión Nacional de MF cree que el Consejo de Estudiantes aprobaría la elección informada si se garantiza una evaluación del periodo troncal centralizada y objetiva


El grado, formación troncal, formación especializada y formación en área de capacitación deben formar un continuo mediante la coordinación de estructuras, señala el informe


Verónica Casado, presidenta de la Comisión, incide en el exceso de especialidades médicas en España y en la necesidad de que se mejore la planificación y oferta de las plazas MIR



Madrid (30/3-5-11).- La elección informada, esto es, la realizada en mitad de la formación, está en la esencia de la troncalidad, el nuevo modelo de formación médica especializada que está en proceso de implantación en España. Así lo defiende la Comisión Nacional de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) en su ‘Decálogo de buena planificación de la troncalidad’, un destacado documento de conclusiones, al que ha tenido acceso EL MÉDICO INTERACTIVO, de las Jornadas de Jefes de Estudio de Unidades Docentes de MFyC, organizadas por la citada Comisión Nacional y celebradas el pasado 22 de marzo.


La polémica sobre si la elección de la especialidad debe ser informada o realizarse en el inicio del tronco ha presidido el proceso de gestación del modelo troncal. El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) se plantó en su día ante la posibilidad de que la redacción legal del nuevo modelo incluyese la elección informada, pues para ellos es necesario que se haga al inicio. El Ministerio de Sanidad atendió la reivindicación del CEEM en el proyecto de real decreto.


Aunque Verónica Casado, presidenta de la Comisión Nacional de la especialidad de MFyC, ha explicado, en declaraciones a este medio, que la clave en este debate está en que la evaluación que se hace tras los dos años de tronco común, que supone el 30 por ciento de la puntuación (la del MIR es el otro 70 por ciento) para elegir especialidad y centro a mitad de la formación, esta evaluación debe ser “objetivo y centralizada: si se garantizase que esto es así, creo que el CEEM no estaría en contra de la elección informada; pero el proceso de elección debe ser objetivo y transparente”.


En su recomendación final, el ‘Decálogo’ señala: “Si se elige especialidad antes de la finalización de la formación troncal nuestra recomendación es modificar los actuales planes de estudio, estableciendo rotaciones en el esquema actual que garanticen una formación troncal homogénea pero sin crear ninguna estructura nueva”.


El ‘Decálogo’ llega en un momento en que la Comisión Nacional de MFyC, tal y como ya informó EL MÉDICO (ver edición del 26-4-11) ha decidido suspender su asesoramiento sobre el modelo troncal, en vista de que durante años sus recomendaciones no se han tenido en cuenta. “O se organiza y planifica bien la formación, o hay riesgo de perder Medicina de Familia. Nosotros hemos apostado muy fuerte por este nuevo modelo: la formación médica especializada, la residencia y el MIR es una de las mejores cosas que se han hecho en nuestro sistema sanitario, pero todo es mejorable y el sistema de formación, en este momento, también”, dice la doctora Casado.


Formación y nuevas especialidades


Así, en su primer punto, el ‘Decálogo’ se refiere a la formación en Medicina en general y sostiene: “El grado, formación troncal, formación especializada y formación en área de capacitación deben formar un continuo, mediante la coordinación de estructuras (Ministerios, CCAA, facultades, unidades docentes…) y planes formativos”. Añade que la troncalidad “debe iniciarse en el grado”.


“Debe haber este ‘continuum’ desde las facultades más generales y pasar a formar médicos en competencias comunes, compartidas por las especialidades”, señala Casado. “Y después ir a lo específico, a lo transversal”, añade.


En este punto, la doctora Casado se ha referido al proyecto de creación de nuevas especialidades, anunciado por el Ministerio de Sanidad, y ha censurado que “en lugar de fusionar y hacer compacta la formación, se tiende a fragmentar el conocimiento y la organización sanitaria: incrementar las especialidades, cuando España es de largo el país de Europa que más tiene, es grave”.


La presidenta de la Comisión Nacional e MFyC insiste, por ello, en desarrollar un aspecto que ya regula la LOPS y opta por que profesionales que dominan varios campos con una base común trabajen juntos y “si hay que especializar más, están las áreas de capacitación específica”.


Casado pone como ejemplo el de Urgencias, algo que para ella necesita “una formación básica y fundamental, pero no para un grupo de personas sino nuclear para todas las especialidades: las Urgencias están en cualquier sitio, no sólo en la puerta del hospital”, afirma. Y respecto a los médicos de familia, añade que un médico de familia trabajando en un hospital “mejora la coordinación entre niveles asistenciales, algo en lo que tanto se insiste”.


En definitiva, para la doctora Casado “no hay que empezar la casa por el tejado: primero hay que implantar la troncalidad, consolidar las especialidades que tenemos y después ver si necesitamos más o desarrollar las ACEs, esto último da al sistema flexibilidad, formando subespecialistas y profesionales que, llegado el momento, pueden volver a su origen”


La formación troncal


En su segundo punto, el ‘Decálogo’ incide en que “tras superar la prueba de acceso a la formación especializada se procederá única y exclusivamente a la elección de tronco y centro” y en que “ninguna especialidad debe quedarse fuera del tronco (salvo excepciones muy claras) y si hay alguna fuera de tronco debe facilitarse el acceso a las mismas desde el tronco cuyas competencias sean más próximas, sin tener que volver a presentarse al examen. Esto conlleva reserva de plazas y convalidación de tiempos formativos”.


En este punto, Verónica Casado insiste en la necesidad de revisar los programas de las diferentes especialidades y su duración, pues “los plazos establecidos pueden resultar muy cortos”. El ‘Decálogo’ también incide “en algo de pura lógica”, dice, la necesidad de que el programa formativo troncal deba estar aprobado antes de la puesta en marcha de la troncalidad, en que las competencias troncales deben estar muy bien definidas y no sujetas a interpretaciones y en diseñar claramente las metodologías formativas y evaluativos.


“El tiempo de formación en centros de salud no será inferior a seis meses, aconsejando un periodo máximo de doce meses distribuidos en dos periodos, seis al inicio de la formación y, los siguientes, distribuidos durante el periodo de 18 meses restantes”, explica otro punto del documento.


Es relevante el punto 4, relativo a la oferta de plazas; ésta, señala, debe adecuarse a las necesidades reales de especialistas. Para la doctora Casado, “esto en la actualidad no se hace: salen cada año cuatro mil alumnos de nuestras facultades y la oferta MIR es de siete mil plazas: hay especialidades con superávit y otras con déficit, y un 20 por ciento se vuelve a presentar al MIR al no encontrar lo que busca. ¿Realmente debemos ofertar siete mil plazas? ¿No estarán mal dimensionadas las plantillas? Nosotros llevamos pidiendo años que se planifique bien, no es buena tanta reespecialización y tanta recirculación: si ofertas más plazas de las que puede absorber el sistema precarizas a la especialidad que más plazas oferta, en este caso a la de Medicina de Familia”.


En el punto cinco, y en relación al acceso a la formación especifica, el ‘Decálogo’ abunda en la libre elección de especialidad y centro al terminar el tronco, a través de una evaluación objetiva y centralizada. “Pero en tanto en cuanto se desarrollen las Unidades Troncales y se forme a los tutores troncales y a los comités de evaluación en metodologías evaluativas sumativas de la troncalidad, la evaluación del tronco será de positivo/negativo. Este último extremo será revisado por las correspondientes comisiones troncales. Y el orden de elección de especialidad y centro de formación será determinado en base a la las puntuaciones obtenidas en la prueba de acceso a la formación especializada MIR (70%) y la obtención del positivo en la formación troncal”, señala.


Los restantes apartados del ‘Decálogo’ son de contenido más técnico, referidos a las Unidades Docentes Troncales y a las Comisiones de Docencia Troncales, al jefe de estudios, a los centros docentes (con criterios de calidad que deben volver a acreditarse cada cuatro a seis años), a los tutores y colaboradores docentes de tronco y a las comisiones nacionales de tronco.


http://www.elmedicointeractivo.com/noticias_ext.php?idreg=29528

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