El examen MIR del año 2009 será recordado por muchos como la edición en que se implantaron por primera vez las preguntas clínicas basadas en imágenes, el año de las supuestas filtraciones por parte de las escuelas MIR y de la incertidumbre frente al nuevo sistema troncal; sin embargo es otra peculiaridad, arrastrada desde hace casi una década, la que debiera hacernos saltar las alarmas: la masificación del examen MIR.
En mi segundo año como representante de la vocalía de médicos en formación del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Navarra, recuerdo aquella primera asamblea ejecutiva en la que descubría, de forma gratificante para toda la profesión médica navarra, que una de las vocalías desaparecía en la nueva andadura de la junta que recién presidía María Teresa Fortún, la vocalía de médicos en desempleo. Tras años de acertadas políticas sanitarias y educativas habíamos alcanzado el pleno empleo médico en el Sistema Navarro de Salud. España estaba formando en las universidades los médicos necesarios para cubrir la oferta de formación sanitaria especializada, con tan solo un déficit de 726 plazas vacantes desde el año 2001. Las penurias de nuestros adjuntos para acceder al sistema MIR eran tan solo fantasmas del pasado, historias que contar en las guardias a los nuevos residentes para hacer valer un esfuerzo que ahora era inexistente.
Sin casi darnos cuenta un efecto llamada se estaba produciendo fuera de nuestras fronteras. Gracias a una buena situación económica y profesional y a la facilidad legal y burocrática para acceder a la oposición MIR, miles de extranjeros, algunos comunitarios pero sobre todo médicos ajenos a la recién consolidada Unión Europea, copaban las aulas de las escuelas MIR y llenaban las listas de admitidos a la prueba de acceso.
En casi una década el número de médicos extranjeros admitidos para la realización del examen MIR ha pasado de 479 en la edición del 2001 (4,82% del total presentados) a 6178 del año 2009 (45,81% del total presentados), con un incremento del 1300%. El total de médicos extranjeros admitidos a la prueba de acceso se ha multiplicado por tres en tan solo tres años y hemos sufrido drásticamente un descenso en la ocupación de las plazas de formación sanitaria especializada, pasando de un 97,6% del total ocupadas por médicos españoles en el año 2001 a tan solo un 65,87% en el 2009.
Nos encontramos inmersos en una gran crisis económica con numerosos recortes presupuestarios y salariales sanitarios, con emergentes políticas de ampliación de plazas de acceso a la licenciatura de medicina en las universidades españolas y bajo el amparo legal de un falso cupo de extranjería del 10% para el acceso al examen MIR. Estamos abocando a la profesión médica a una quiebra de poder institucional, político y social, desterrando a los médicos a una situación laboral de absoluta precariedad y creando una profesión masificada. En tan solo unos años habremos conseguido una bolsa de desempleo llena de contratos basura, alcanzando unas cifras que nos acercará a aquellos años del famoso eslogan: “6=0”.
Este año 2009 13486 médicos han optado a una de las 6944 plazas de formación sanitaria especializada que ofertaba el Ministerio de Sanidad y Consumo, casi un 50% de los admitidos no ha escogido una de esas plazas. ¿Qué estimación podemos aventurar en el examen MIR del año 2010 si la tendencia en el incremento de extranjeros que acuden a España sigue las cifras actuales y comenzamos a acumular semejante bolsa de médicos licenciados en paro?
Óscar Gorría Cardesa
Vocal de Médicos en Formación del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Navarra
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